Oceania, la tercera escala

En Oceanía no hay restos de homo anteriores a nuestra llegada. Aunque hay que aclarar que la población más antigua, después de África, esta en Australia.

El lugar con más restos arqueológicos es el Parque Nacional de Mungo, un lago seco, que esta a unos 800 Km al oeste de Sidney.

En este lago se han encontrado dos restos fósiles, uno que puede ser un hombre, aunque no están muy seguros; y el otro que es claramente una mujer... la primera mujer incinerada en la historia de la humanidad.

Estos fósiles han traído mucha controversia porque según quien los date, tiene más de 60.000 años (los que quieren demostrar el origen multirregional de la humanidad) o 40.000 años, los que creen en el origen unico y africano de la especie.

Lo que puedo deciros es que le han hecho el análisis del ADN mitocondrial... y es hijo de la Eva mitocondrial, igual que todos los demás.

El hombre de Mungo, esta enterrado boca arriba, con las manos cruzadas sobre las ingles, y con el cuerpo cubierto de ocre rojo que es una constante ritual en todos los enterramientos paleolíticos.

Parece que era un anciano, porque tiene osteoporosis y los dientes muy desgastados... claro que también puede ser que comiera mucho. Pero estiman su altura en 1,96 m... más alto que yo ¡¡chacho!!

La Dama de Mungo, era claramente una mujer, aunque en su caso su cadáver fue tratado de un modo totalmente distinto, se sabe que fue incinerada, dos veces, eso no se sabe porque... ¿querdaría cruda la primera vez? La datación da una antigüedad de 28.000 años para unos, y 40.000 para otros.

Además de estos restos fósiles, también han encontrado unas huellas de pisadas, 457 en total... ¿será que finalmente se quedo a la pata coja?... cuantas incógnitas... , y han calculado que son de un hombre que iba corriendo, que era bastante alto... 1,94 metros (más alto que yo también) y que se desplazaba a una velocidad de 30 km/h (el tipo era rápido) sobre un suelo arcilloso húmedo, esa fue nuestra suerte, porque la arcilla al secarse ha conservado las huellas.

Este parque nacional es muy importante para las poblaciones indígenas de Australia, porque demuestra que su presencia en el continente es muy antigua. Aunque en aquella época Australia era un lugar diferente, más verde y menos desértico.

Los primeros pobladores mantuvieron su modo de vida de cazadores-recolectores hasta el siglo XVII pese a que las condiciones de vida iban cambiando, pero aún así se estima que en eran 750.000 personas.

Esta gente vivía en grupos pequeños (a veces de 8 a 10 personas), semi-nómadas y muy dispersos; a la llegada de los británicos existían en Australia entre 250 a 300 idiomas, con más de 600 dialectos, ahora hay unos 200 en uso.

Hay un libro “The lizard eaters" de Douglas Stockwood, escrito en la década de los 50 que explica la forma de vida de esta poblaciones en el desierto... de ahí el titulo y como se transmitían el conocimiento de los acuíferos de unos a otros.

La última familia que vivía de forma tradicional fue encontrada en 1984 y estaba compuesta por 2 madres (el padre acababa de morir) y siete adolescentes 4 chicos y 3 chicas. Los trasladaron a la ciudad de Kintore, en el norte de Australia, y les hicieron un reconocimiento medico que indico que su estado de salud era óptimo, ninguna enfermedad, cero de grasa acumulada. Esta familia pertenecía al pueblo Pintupi, podeís saber más leyendo en wikipedia.

Toda la cultura indígena de esta gran isla era oral, y se transmitía de generación en generación a través de canciones y cuentos. Podeís saber más sobre su cultura leyendo Cervantes virtual.

Pero de la infancia no he logrado saber nada de nada, aunque podeís ver la película Australia y pasareís un buen rato aprendiendo historia contemporanea.